Ni siquiera puede recordar, cuánto tiempo tenía sin verte.
Y la gente cambia, pero parece que el recuerdo se hizo presente, y pensarte por deporte; se convierte en desgaste sin soporte.
Debe llegar un momento en el que simplemente pase, pero tras años, personas, negocios, trabajos, más personas, lugares, parejas; no pasa.
Y no pasa, y no se va; y no se va porque no lo sueltan.
¿Será que no se deja ir para conservar, aunque sea un poquito de aquellos días?
Aquellos días sin mayor responsabilidad, de juventud, belleza, amigos con beneficios, sexo casual, fiesta hasta el amanecer, antros en martes, donde toda la moda acomoda, donde había una van blanca con mucho espacio atrás, de primeros empleos y de no whatsapp.
Un gran gusto ver, sentir, no tanto pensar, y un gran placer constatar que aún después de todo lo que ha pasado, ahí estás.
Besotes.